Este
verano he tenido el placer de conocer un poco más Andalucía,
concretamente la provincia de Granada, tierra que recomiendo
encarecidamente a quien no haya estado todavía por allí. Días
previos al viaje, zapeando vi en la televisión un reportaje sobre la
provincia de Granada, concretamente hablaban de la figura de Federico
García Lorca y de la relación que mantuvo con su tierra amada,
Granada.
Estando
en Granada capital recorrí varios sitios relacionados con Lorca,
dónde vivió, el parque que lleva su nombre, su museo, pero si algo
me picaba la curiosidad, era ver el recorrido que siguió aquella
noche del 18 de agosto de 1936 y que desembocó en su asesinato y el
de otros “enemigos del nuevo régimen” que se había alzado en
armas hacía un mes.
El
sitio era Alfacar, un pueblo a escasos 7'5 km de la capital, y hacia
allí puse rumbo. Tras subir el pueblo hasta la parte más alta, a
escasos metros del manantial de la Fuente Grande y limitado por
varios pinares y por la sierra de Alfaguara por el este, descubrí un
parque en memoria del poeta, mal cuidado, destrozado por el botellón
nocturno y sin ápice de que alguien pase por allí para ocuparse de
su mantenimiento, algo que me dejó perplejo, pero en mi opinión
tiene su explicación: el PP gobierna allí desde la última
legislatura y la realización del parque en el 1986, fue un proyecto
de la izquierda cuando allí gobernaba.
El
parque fue construido, como
he dicho anteriormente en
1986, y se le dotó
de diversas fuentes, paseos y senderos. Fragmentos de sus poemas se
pueden encontrar en la pared que rodea la placeta principal, escritos
sobre cerámica azul. Dentro
del parque, siguiendo el camino de la izquierda según se entra, nos
encontramos un monolito junto al olivo donde se supone que murió
fusilado el poeta.
La
fosa donde se cree que puede estar su cuerpo es en un barranco entre
las localidades de Víznar y Alfacar; tierra escarpada, barranco de
sangre y hasta hoy sembrado de huesos. Un lugar donde Lorca eran
todos, más de 2000 ejecutados. Todos “maricones”, rubios,
zapateros, maestros o bordadoras; todos cojos, madres, braceros,
costureras. Rojos y también morados, del color de la República.
Tierra que guarda la evidencia de crímenes de lesa humanidad, entre
ellos, el del poeta Federico García Lorca, que ahora quieren ser
rescatados del olvido.
En
los últimos tiempos se han logrado varios avances, a pesar de la
inoperancia y la poca implicación del gobierno español. Se han
localizado nueve posibles fosas, se ha limpiado el terreno para
facilitar las tareas de exhumación y las catas arqueológicas
y por último se ha señalizado de forma oficial la carretera
Víznar-Alfacar como Lugar de Memoria Histórica.
En
un área de unos 10000 metros cuadrados se estiman que está
sepultadas unas 2000 victimas, tanto por testimonios orales y
escritos que constan, figuras destacadas de la sociedad de la Granada
de 1936 como el que fuera rector de la Universidad, Salvador
Vila Hernández.
Las probables fosas comunes se sitúan en torno al monolito que
recuerda en el barranco que “Lorca eran todos”, a unos 800 metros
del Parque Federico García Lorca donde en 2009 se excavó en busca
de los restos del autor de la Generación del 27, del maestro
Dióscoro
Galindo,
y los banderilleros anarquistas Francisco
Galadí
y Joaquín
Arcollas,
ejecutados y enterrados juntos el 18 de agosto del 1936.
Para
el PP en
general y el de
Granada en
particular,
ése
que critica la señalización memorialista y pone en duda la Ley de
Memoria Histórica argumentando “que nada aporta esa ley y actos a
los 110000 desempleados de la provincia granadina” y “que esas
actuaciones provoca la división y el desencuentro entre andaluces”
me gustaría recordarles unas palabras que Lorca dejó al diario El
Sol durante una entrevista el 10 de junio de 1936 : “odio
al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de
todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista,
abstracta, por el solo hecho de que ama a esa patria con una venda en
los ojos. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes
que esto, soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no
creo en la frontera política".
“el
gobernador civil de Granada, José
Valdés Guzmán
llamó a Queipo
de Llano
y le preguntó que hacían con Lorca, Queipo
dijo: “Dadle
café, mucho café*”. Así, se acusó al poeta de ser espía de los rusos, estar en
contacto con éstos por radio y ser homosexual”
*
nota
de autor: la frase escondería el acrónimo Camaradas
Arriba
Falange
Española,
grito usado tras los fusilamientos llevados a cabo por los milicianos
de Falange Española.
Coronel Mortimer.