jueves, 23 de octubre de 2014

"Dadle café, mucho café"




Este verano he tenido el placer de conocer un poco más Andalucía, concretamente la provincia de Granada, tierra que recomiendo encarecidamente a quien no haya estado todavía por allí. Días previos al viaje, zapeando vi en la televisión un reportaje sobre la provincia de Granada, concretamente hablaban de la figura de Federico García Lorca y de la relación que mantuvo con su tierra amada, Granada.
Estando en Granada capital recorrí varios sitios relacionados con Lorca, dónde vivió, el parque que lleva su nombre, su museo, pero si algo me picaba la curiosidad, era ver el recorrido que siguió aquella noche del 18 de agosto de 1936 y que desembocó en su asesinato y el de otros “enemigos del nuevo régimen” que se había alzado en armas hacía un mes.
El sitio era Alfacar, un pueblo a escasos 7'5 km de la capital, y hacia allí puse rumbo. Tras subir el pueblo hasta la parte más alta, a escasos metros del manantial de la Fuente Grande y limitado por varios pinares y por la sierra de Alfaguara por el este, descubrí un parque en memoria del poeta, mal cuidado, destrozado por el botellón nocturno y sin ápice de que alguien pase por allí para ocuparse de su mantenimiento, algo que me dejó perplejo, pero en mi opinión tiene su explicación: el PP gobierna allí desde la última legislatura y la realización del parque en el 1986, fue un proyecto de la izquierda cuando allí gobernaba.
El parque fue construido, como he dicho anteriormente en 1986, y se le dotó de diversas fuentes, paseos y senderos. Fragmentos de sus poemas se pueden encontrar en la pared que rodea la placeta principal, escritos sobre cerámica azul. Dentro del parque, siguiendo el camino de la izquierda según se entra, nos encontramos un monolito junto al olivo donde se supone que murió fusilado el poeta. 


La fosa donde se cree que puede estar su cuerpo es en un barranco entre las localidades de Víznar y Alfacar; tierra escarpada, barranco de sangre y hasta hoy sembrado de huesos. Un lugar donde Lorca eran todos, más de 2000 ejecutados. Todos “maricones”, rubios, zapateros, maestros o bordadoras; todos cojos, madres, braceros, costureras. Rojos y también morados, del color de la República. Tierra que guarda la evidencia de crímenes de lesa humanidad, entre ellos, el del poeta Federico García Lorca, que ahora quieren ser rescatados del olvido.
En los últimos tiempos se han logrado varios avances, a pesar de la inoperancia y la poca implicación del gobierno español. Se han localizado nueve posibles fosas, se ha limpiado el terreno para facilitar las tareas de exhumación y las catas arqueológicas y por último se ha señalizado de forma oficial la carretera Víznar-Alfacar como Lugar de Memoria Histórica. 


En un área de unos 10000 metros cuadrados se estiman que está sepultadas unas 2000 victimas, tanto por testimonios orales y escritos que constan, figuras destacadas de la sociedad de la Granada de 1936 como el que fuera rector de la Universidad, Salvador Vila Hernández. Las probables fosas comunes se sitúan en torno al monolito que recuerda en el barranco que “Lorca eran todos”, a unos 800 metros del Parque Federico García Lorca donde en 2009 se excavó en busca de los restos del autor de la Generación del 27, del maestro Dióscoro Galindo, y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados y enterrados juntos el 18 de agosto del 1936.
Para el PP en general y el de Granada en particular, ése que critica la señalización memorialista y pone en duda la Ley de Memoria Histórica argumentando “que nada aporta esa ley y actos a los 110000 desempleados de la provincia granadina” y “que esas actuaciones provoca la división y el desencuentro entre andaluces” me gustaría recordarles unas palabras que Lorca dejó al diario El Sol durante una entrevista el 10 de junio de 1936 : “odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el solo hecho de que ama a esa patria con una venda en los ojos. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto, soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política".

el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán llamó a Queipo de Llano y le preguntó que hacían con Lorca, Queipo dijo: “Dadle café, mucho café*”. Así, se acusó al poeta de ser espía de los rusos, estar en contacto con éstos por radio y ser homosexual”


* nota de autor: la frase escondería el acrónimo Camaradas Arriba Falange Española, grito usado tras los fusilamientos llevados a cabo por los milicianos de Falange Española.

Coronel Mortimer.

2 comentarios:

  1. No conocía el detalle del café, pero sí muchas de las historias que esconde aún la tierra que me vió nacer. Cuesta creer que en pleno siglo XXI vivamos en una España dividida porque se sigue volviendo la cara a la verdad.
    Espero que disfrutaras del viaje.

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  2. España está herida de muerte desde hace tiempo, cosas como ésta así lo atestiguan.Y sí, me encantó tu tierra, es más, si pudiera abandonaba el Mediterráneo, con lo que eso conlleva, y me iba a Granada a vivir.
    Saludos del Coronel Mortimer.

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