Joaquín Canto
“Habrá
un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga Libertad”
J.A.Labordeta.
Lo siento, lo siento y os pido perdón, tuve
parte de culpa, os suspendieron de empleo y sueldo y yo no hice nada. Supongo
que es un castigo justo en estos tiempos, en otros os habrían podido cortar las
manos o amputar una oreja, según el grado de civismo de la época en cuestión.
Insisto
en mi culpa, soy participe de forma activa o pasiva de este sistema, y por lo
tanto responsable de vuestra sanción.
Siempre
me sentí identificado con el retrato que
dejo escrito Gramsci: “Pesimista por la razón, optimista por la voluntad”, sigo
creyendo, pero creo que hemos perdido la guerra, han ganado, nos han arrebatado
la cultura, el pensamiento, el orden moral, no les preocupa nada.
Y no
hablo de políticos, no comparto la idea de que no nos representan, a mi me
representan los políticos a los que voté. Hablo del capitalismo, de
empresarios, de economistas, de periodistas, y por supuesto de políticos. Todos
ellos nos han contado que hemos vivido
el fin de las ideologías y nos lo hemos creído, que ya no hay clases y con ello
que la lucha de clases es algo del pasado.
Han
utilizado un discurso único, un pensamiento único, una verdad única y nos han
ido lavando el cerebro, hablar de nacionalizar el agua, la electricidad, hablar
de salarios máximos, hablar de redistribución de la riqueza, hablar de
plusvalía, hablar de la propiedad privada, de expropiar es ridículo, están tan seguros de su trabajo
de años que te dejan expresarlo, debatirlo y luego sonríen, ya esta, fin.
La
humanidad ha llegado a un punto de desarrollo tecnológico y científico que nos
podría hacer plantearnos que podemos resolver los problemas de la humanidad,
pero no interesa, se permiten desahucios, aumenta la malnutrición infantil, la
sanidad y la educación en manos privadas, la ley no es igual para todos, y por
si fuera poco, el 1% de la población mundial posee el 46% de la riqueza del
mundo, eso es la globalización.
Sé
que estoy muy pesimista, pero se lo debo a ellos, ya he dicho que no hice nada,
que menos que purgar aquí mis culpas. Sé que muchos ven ciertas luces, que se
están haciendo cosas, pero si no recuperamos el pensamiento estamos perdidos, a
mi no me interesa apaciguar el capitalismo, lavarle la cara, hacer de esta
democracia algo más participativo, yo quiero destruir el capitalismo. Si uno no
tiene ideas, no tiene nada. Hay que tener una idea del mundo, del hombre, de la
sociedad, de cómo queremos relacionarnos…
Muchas
veces siento asco, odio, vergüenza, ganas de gritar que paren el mundo para
bajarme, que me canso de ser hombre, que no entiendo nada, que hemos perdido la
razón, que deberíamos parar y volver a empezar, pero siempre aparece algo o
alguien a quien aferrarse, siempre encuentras compañeros que comparten esos
miedos, esas inquietudes, esas dudas que son las que te hacen seguir andando. Y
eso es este blog.
Quiero
acabar con unas palabras de José Saramago:
“Que se privatice todo, que se privatice el mar y el
cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la
ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño, sobre todo
si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de
tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la
explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se
encuentra la salvación del mundo… Y, metidos en esto, que se privatice también
a la puta que los parió a todos”
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