2014 y una nueva guerra se desarrolla
en estos momentos en el Próximo Oriente, en este caso contra el Estado Islámico
de Irak y Levante, más conocido por sus siglas en inglés, ISIS.
Tengo una edad en la que la memoria y los recuerdos ocupan un
espacio importante de mi disco duro y desde que tengo uso de razón, siempre he
visto en diferentes medios los diferentes conflictos que ha habido en esa zona
tan caliente del planeta.
Crecí viendo en la televisión de
principio de los 90 la Operación Tormenta del Desierto (aquí tenemos el origen
del sensacionalismo bélico-televisivo), mientras nos vendían a Saddam como el
enemigo más grande que había en la civilización desde Hitler, y claro, el mundo
occidental se sentía en la obligación de “liberar” al planeta de semejante
elemento. Yo, postrado en el suelo y ojiplático con lo que ponían en la tele,
veía con la boca abierta como esos F-14 destrozaban al “malo, malísimo” de Sadam,
y claro, con mis 11 años yo me lo creí…me creí que había que destrozar a ese
tipo de personajes que lo único que querían era hacer el mal, y que mejor que
estar del lado de los “buenos”, encarnados en los EEUU (quien tenga una edad
pareja a la mía recordará ese personaje de pressing catch, el sargento Slaughter,
que luchaba contra un iraquí con aspecto de Sadam Hussein)
Pasan los años y uno va creciendo,
aprendiendo, poniendo en tela de juicio lo que en años anteriores veía tan “normal”,
quizá mi pasión por todo lo relacionado con la historia o simplemente ese
espíritu de eterna conspiración que me inunda me hace descubrir cosas que ante
todo me sorprenden y me dan que pensar…
Sadam Hussein resulta que tenía
la Gran Cruz de Isabel la Católica, concedida por el régimen franquista en el
año 1974, por el envío de petróleo a España saltándose el bloqueo de la OPEP que
impuso a occidente durante la crisis energética de 1973 (primera sorpresa que
me llevo); pero hay más, durante los 80, fue un fiel aliado de los EEUU ante el
Irán de Jomeini en esa guerra que se produjo entre Irak en Irán entre 1980 y
1981. Vaya, Hussein era bastante amigo de occidente en ese momento.
Resulta que el juguete dejó de gustarle
a los EEUU cuando Sadam decide anexionarse Kuwait por unos motivos demasiado
extensos para explicar aquí (a quien le interese, puede buscar información sobre
reunión de la OPEP del verano de 1990) y claro, el Tío Sam no estaba dispuesto
a que ningún país tuviera tanto poder de decisión sobre el precio del “oro
negro”, así que invasión al canto, bajo el auspicio de la OTAN, remuevo todo,
saco mis beneficios sobre lo que me interesa y lo dejo todo igual, muy “gattopardista”
(todavía los kurdos están esperando que la comunidad internacional allá por
finales de los 70 actuara contra Sadam por el genocidio que éste llevo a cabo
con ellos, pero claramente a la ONU la minoría kurda les importó un pimiento).
Pasan los años, y Sadam aunque
está en el ostracismo internacional, mantiene el poder…EEUU sigue el principio
de “más vale malo conocido, que bueno por conocer”, aunque de vez en cuando,
bajo ciertos informes de la CIA no muy claros, la administración Clinton
bombardea la zona durante el año 1993 en
la “Operación Zorro del Desierto”. Se habla que Clinton subió como la espuma en
niveles de adeptos en la opinión pública estadounidense, de paso, el escándalo
Lewinsky pasaba a segundo plano.
Definitivamente se decidió tirar
el juguete a la basura después del 11-S y Bush introdujo a Hussein en el “eje
del mal”, junto con Irán y Corea del Norte…todos recordamos la eterna búsqueda
de las armas de destrucción masiva, sí, esas que nunca se encontraron. ¿Por qué
“ir a por” Irak y no a por Irán o Corea? Me encantaría conocer la respuesta, a
mí lo único que me viene a la cabeza es temor por parte del “cowboy” Bush, es
fácil chafar al más débil y quedar bien con la opinión pública estadounidense
que clamaba venganza.
Ya conocemos el final de Sadam
Hussein, al igual que el de Gadafi, otrora íntimo aliado de los países alineados
con los EEUU, o el de Osama Bin Laden, agente de la CIA durante la “invasión” soviética.
¿Qué pasa en el 2014? Pues lo
mismo, pero con diferentes nombres. La política exterior de los EEUU y la OTAN
no hace más que “crear” integristas en toda esa zona caliente del mundo. No, no
es un análisis simplista, para nada, EEUU lleva realizando numerosas acciones
en “B” mediante agentes encubiertos de
la CIA, bien para mover gobiernos y fichas a su libre albedrío o para desestabilizar
estados, como hacía y hace en América Latina (el compañero del blog Joaquín bien
podría contar sobre esto, sabe y mucho). ¿Quién ha armado a numerosos
yihadistas? ¿cuál es el origen del poder que adquirió Bin Laden? ¿De dónde sale
ISIS? Son preguntas que tienen respuestas muy extensas, pero resumiendo puedo
decir que tanto Bin Laden como ISIS en su día fueron armados por los EEUU para
combatir a soviéticos y a Basser Al-Assad respectivamente.
Estamos ante un nuevo grupo
integrista desarrollado a partir de Al Qaeda y que ha aprovechado la coyuntura,
la situación de abandono por parte de la comunidad internacional, la guerra y el
descontento entre la población suní que hay en países destrozados como Irak y
Siria (todavía en guerra civil) para captar a numerosos militantes y expandirse
por todo el Próximo Oriente. Todo esto alimentado por la mala praxis llevada
allí por las potencias occidentales desde hace 70 u 80 años. Pronto estaremos
ante otra nueva invasión terrestre con consecuencias fatales para todas las
partes (sobre todo para los civiles que son los que siempre pierden), tiempo al
tiempo, hay muchos intereses en liza y casi ninguno humanitario, aunque quieran
enmascararlo de ataque preventivo.
Es el claro ejemplo de que la historia,
citando a Margaret McMillan, aunque no se repita siempre rima. Pasan los años,
el modus operandi yanqui es el mismo, alimentas a un gigante dormido, el
gigante se despierta y comienza a dar bandazos. Luego
pasa lo que pasa.
Recordemos que Barack Obama llegó
a la Casa Blanca con una intensa campaña en la que atacó las guerras desatadas
por George W. Bush en Afganistán e Irak (de ahí su Premio Nobel), el presidente
de EEUU lleva ahora a su país a una nueva campaña militar en Irak y Siria. Mismo
perro con diferente collar.
A modo de conclusión os dejo unas
preguntas, hoy que tan de moda está hacer mesas políticas en la televisión ¿por
qué no acuden a esas tertulias musulmanes para que den su punto de vista sobre
el fenómeno yihadista? ¿Por qué se criminaliza a toda una religión por un grupo
integrista?
Televisión/prensa, el tándem del
cuarto poder
Coronel Mortimer
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